En medio de la pandemia, es sumamente importante disponer de los bienes que tenga una persona. Hablando de las propiedades (casa, terreno, departamento, etc.), debe tomarse en cuenta que en estos últimos días estamos expuestos a sufrir un contagio y llegar a fallecer; por lo que es recomendable pensar en la opción de la DONACIÓN, la cual consiste en la transmisión de cada uno de los bienes que normalmente los padres hacen en favor de sus hijos.
Este contrato se realiza por escritura pública ante Notario y finalmente se inscribe en el Registro Público de la Propiedad, para que así, cambie de propietario en las oficinas gubernamentales y sea ahora, el nuevo propietario el que tenga los derechos y obligaciones sobre el inmueble en cuestión.
A la persona que otorga se le denomina “Donante” y la que recibe se le llama “Donatario”. Además existen otras opciones dentro la figura de la Donación de las que hablaremos a continuación.
Desde luego este tramite causa un costo, desde impuestos y derechos hasta honorarios de los notarios, pero siempre es menor este gasto que el que se puede enfrentar si no existe un testamento al momento de fallecer, ya que los posibles herederos tendrán que desahogar juicios, mismos que dependiendo de las circunstancias de cada caso, pueden durar meses, pero aveces años.
La ventaja monetaria que existe de la donación sobre un testamento, es que si se realiza entre ascendentes y descendientes, sin limitación de grado, es decir, padres a hijos, abuelos a nietos, o viceversa (sin limitación de grado), no se causan ciertos impuestos, esto es, el costo es menor. Por su parte, la ventaja inmediata es que los efectos son inmediatos, tan pronto se formalice el tramite ante el notario, la transacción queda perfeccionada. Para lo cual, en el penoso caso de existir un deceso del donante, esto no será impedimento para concluir el tramite y el inmueble queda fuera del acervo hereditario. Es decir, no sería materia de ningún tipo de juicio.
